Educa concaricias nace de una convicción, la de comunicarnos a través del
tacto. Hoy en día los avances tecnológicos nos están deshumanizando,
alejándonos unos de otros. El contacto físico es cada vez más escaso, incluso
con nuestros hijos.
Estamos
criando personas que no saben aceptarse a sí mismos, que juzgan por el físico,
intolerantes hacia los problemas ajenos, emocionalmente inestables. Es un
futuro poco alentador para nuestros descendientes.
Creo
firmemente que es el momento para
inculcar a nuestros hijos valores importantes, que puedan cambiar el rumbo de
la sociedad y de sus vidas. Y es en los primeros años de la vida de un niño
cuando hay que asentar las bases de una educación emocional equilibrada.
El masajeinfantil es el instrumento perfecto para enseñarles tolerancia, respeto,
creatividad, afecto…las cualidades necesarias para ser una persona comprometida
por lo que hace, con los demás y con lo que le rodea.
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