Qué es educa con caricias




Educa concaricias nace de una convicción, la de comunicarnos a través del tacto. Hoy en día los avances tecnológicos nos están deshumanizando, alejándonos unos de otros. El contacto físico es cada vez más escaso, incluso con nuestros hijos.

Estamos criando personas que no saben aceptarse a sí mismos, que juzgan por el físico, intolerantes hacia los problemas ajenos, emocionalmente inestables. Es un futuro poco alentador para nuestros descendientes.
Creo firmemente  que es el momento para inculcar a nuestros hijos valores importantes, que puedan cambiar el rumbo de la sociedad y de sus vidas. Y es en los primeros años de la vida de un niño cuando hay que asentar las bases de una educación emocional equilibrada.

El masajeinfantil es el instrumento perfecto para enseñarles tolerancia, respeto, creatividad, afecto…las cualidades necesarias para ser una persona comprometida por lo que hace, con los demás y con lo que le rodea.

Educa con caricias es, en definitiva, una filosofía de vida, que nos anima a cuidar y querer lo que tenemos.

Carta de una madre a su hija





Preciosa carta de una madre a su hija. 
El respeto y el amor hacía los nuestros son valores esenciales.
De lo que se siembra se recoge. Con el tiempo recogeremos los frutos de los valores que hemos inculcado a nuestros hijos.


Carta de una madre a su hija:

Mi querida hija, el día que me veas vieja, te pido... por favor que tengas paciencia, pero sobre todo trata de entenderme. Si cuando hablamos, repito lo mismo mil veces, no me interrumpas para decirme “eso ya me lo contaste” solamente escúchame por favor. Y recordar los tiempos en que eras niña y yo te leía la misma historia, noche tras noche hasta que te quedabas dormida. Cuando no me quiera bañar, no me regañes y por favor no trates de avergonzarme, solamente recuerda las veces que yo tuve que perseguirte con miles de excusas para que te bañaras cuando eras niña. Cuando veas mi ignorancia ante la nueva tecnología, dame el tiempo necesario para aprender, y por favor no hagas esos ojos ni esas caras de desesperada. Recuerda mi querida, que yo te enseñé a hacer muchas cosas como comer apropiadamente, vestirte y peinarte por ti misma y como confrontar y lidiar con la vida. El día que notes que me estoy volviendo vieja, por favor, ten paciencia conmigo y sobre todo trata de entenderme. Si ocasionalmente pierdo la memoria o el hilo de la conversación, dame el tiempo necesario para recordar y si no puedo, no te pongas nerviosa, impaciente o arrogante. Solamente ten presente en tu corazón que lo más importante para mí es estar contigo y que me escuches. Y cuando mis cansadas y viejas piernas, no me dejen caminar como antes, dame tu mano, de la misma manera que yo te las ofrecí cuando diste tus primero pasos. Cuando estos días vengan, no te debes sentir triste o incompetente de verme así, sólo te pido que estés conmigo, que trates de entenderme y ayudarme mientras llego al final de mi vida con amor. Y con gran cariño por el regalo de tiempo y vida, que tuvimos la dicha de compartir juntas, te lo agradeceré. Con una enorme sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido, sólo quiero decirte que te amo, mi querida hija ♥.♥